Estamos en 2017. Han pasado dos años después de la unificación (reunificación, para los más fervorosos) y ayer domingo, siguiendo el mandato de la Constitución de Olivença aprobada el año pasado, se celebraron elecciones a la presidencia de la república ibérica. El nuevo estado se llama, técnicamente, 'República Federal Ibérica', Iberia para los amigos, 'las antiguas España y Portugal' para los anticuados.
Es paradójico que aún hoy, con todo lo que ha llovido desde la unificación de 2015, el candidato Felipe Borbón haya sacado casi un tercio de los votos y haya arrasado en los departamentos de Castilla Norte (que incluye a La Rioja), Castilla Sur (que ahora incluye a Madrid), València, Murcia y Andalucía. Afortunadamente para los partidarios del otro candidato, el portugués António Mendonça, la idea de que un Borbón –que abandonó su tradición familiar por un nuevo ideal demócrata y republicano para presentarse a las elecciones– volviera a tener cierto poder de decisión sobre la política de la Península ha dado un poco de urticaria a la gran mayoría de los votantes de las regiones más alejadas del centro ibérico.
De este modo, la segunda vuelta se ha decidido por un 69% contra un 31% a favor de Mendonça, que fue ministro de infraestructuras portugués hasta 2013 y principal responsable de que el AVE (ahora denominado AVIB) llegara a Lisboa, Porto y el Algarve desde Madrid, Santiago y Sevilla, respectivamente, y de vertebrar de norte a sur –desde A Coruña hasta Faro– a los departamentos costeros de habla portuguesa.
La popularidad del ex ministro en aquellos cinco departamentos, donde ha cosechado más del 85% de los votos, se ha contagiado a Galicia, Asturias, Aragón, Catalunya, Extremadura y la zona más occidental de Andalucía. También ha vencido en las circunscripciones ultraperiféricas de Madeira, Açores y Canarias. Del mismo modo, una vez eliminados los candidatos que concurrieron a la primera vuelta por partidos de ámbito regional, el voto útil se ha ido en bloque al portugués. Curiosamente, el presidente electo compartió con José Blanco el premio Príncipe de Asturias de Cooperación en 2012 por el empeño de ambos en unificar las empresas operadoras de trenes y gestoras de vías ferroviarias de alta velocidad de la Península. El encargo de entregar el premio fue en aquel entonces el hoy derrotado Felipe Borbón, cuando aún disfrutaba de su cargo de heredero a la extinta corona española.
El jefe de estado debe ahora disolver las cámaras provisionales y convocar las primeras elecciones generales ordinarias, de las que saldrá elegido un gobierno plural. Las encuestas no pronostican una mayoría suficiente a ningún partido para gobernar en solitario. Sin embargo, la FSIB (Federación Socialista Ibérica), nombre bajo el que concurrirán a las elecciones los antiguos PS portugués, PSOE y PSC, parte como favorita. Su líder, la catalana Carme Chacón, ha conseguido mantenerse en el primer lugar de las listas de políticos más valorados desde que sustituyó al antiguo presidente Zapatero al frente del gobierno de la antigua España en 2011 y, especialmente, después de ganar las elecciones generales por tercera vez para su partido y derrotar al candidato conservador Mariano Rajoy, profundamente tocado tras el escándalo en que se vio envuelto al enfrentarse directamente con la alcaldesa de València, la antigua militante popular Rita Barberà, tras su boda con su compañera sentimental.
En cualquier caso, el gran reto que enfrentará el presidente Mendonça y el gobierno que salga de las urnas será la organización del campeonato mundial de fútbol Iberia 2018 el próximo año.
Cronología de una unificación
2010 La FIFA, movida por el éxito de la selección española en el Mundial de Sudáfrica, decide apoyar la candidatura ibérica España-Portugal 2018-2022 y encarga a las federaciones de fútbol de ambos países la celebración del campeonato en 2018.
2012 Los partidos socialistas de España, Portugal y Catalunya firman una alianza global las elecciones en sus tres territorios, motivados por el desgaste que la crisis económica ha causado en ellos tras años de gobierno. El éxito en las diferentes citas electorales, unido a una recuperación del PIB en un 3% anual desde mediados de 2011 y a la enorme popularidad de las selecciones de fútbol de ambos países –y al apoyo incuestionado de Vicente del Bosque, José Mourinho, Cristiano Ronaldo, Íker Casillas y todos los jugadores del FC Barcelona al proyecto unificador–, empuja a las tres agrupaciones a fundar la FSIB a mediados de año bajo la idea de "conocernos mejor y cooperar más para gobernar unidos". Las encuestas dan, por primera vez en décadas, la mayoría social a los partidarios de una unificación de los estados de Portugal y España, con una tendencia creciente. El vasco Eduardo Madina es nombrado presidente de la FSIB.
Frente a la unidad socialista, los demás intentos de crear partidos unitarios para las elecciones españolas y portuguesas de 2012 fracasan. Ni los conservadores de PP-CiU-PSD ni las diferentes coaliciones rojiverdes de IU-PCP-Bloco de Esquerda llegan a ningún acuerdo y los resultados adversos les castigan en las elecciones a ocupar el banco de la oposición de sus respectivos parlamentos.
2014 La FSIB celebra en Mérida (Extremadura) la fiesta de la Tortilla y el Bacalao. Lo que en principio iba a ser una cita para los militantes de las tres grandes formaciones que componen la FSIB se acaba convirtiendo en un festival de reivindicación de un estado único para toda la Península y regiones insulares. Diversas personalidades de la cultura actúan durante tres días de septiembre y firman el manifiesto surgido de la cita, al que se adhieren en los últimos meses del año diferentes formaciones nacionalistas de Galicia, Euskadi, Aragón, Catalunya, Canarias, Região Norte de Portugal, Madeira, Açores y el Algarve.
2015 La última semana de abril se celebra en plena vorágine iberista la fiesta nacional de Portugal. Los ciudadanos del resto de la Península deciden, por primera vez desde la Revolução dos Cravos de 1974, extender las celebraciones a las diferentes regiones, aprovechando los días festivos que coinciden con la celebración de San Jorge en las diferentes comunidades autónomas. A finales de mayo, la presión social es tan fuerte que los gobiernos socialistas de España y Portugal convocan un referéndum por la unificación para el 20 de septiembre. El 'sí' gana por un 70% de los votos. Al día siguiente, el rey Felipe VI de España –apenas un año después de haber sucedido a su padre en el trono– renuncia al cargo de jefe de Estado y anuncia citando a sus antepasados Fernando VII y Alfonso XIII que respeta la decisión del pueblo y la hace suya "como ciudadano español que soy". A finales de diciembre quedan inauguradas las Cortes Constituyentes de Olivença, encargadas de redactar una constitución unitaria para el nuevo estado en el plazo de dos años.
2017 António Mendonça gana las elecciones a la presidencia de la República Ibérica. Aquí empieza, de nuevo, el artículo.