En el Rocío, nadie se sorprende al ver a la gente de rodillas mostrando su fe en público, pidiéndole a la virgen mil cosas distintas y cada una el mayor problema para quien la padece. Hay quien viene andando desde Almería a este punto privilegiado donde las marismas de Doñana bañan la aldea del Rocío.
Desde que hice esta foto hace ya más de tres años, la he usado mucho tiempo como fondo de escritorio de mi mac, siempre me alegró por sus colores, su Giralda, el cielo azul de mi ciudad, los recuerdos imborrables de todas las veces que pasé por ella, solo o bien acompañado.
Hoy es cuando la veo y ella me grita, revelando su significado. Zaragoza y Sevilla en una sola imagen, las memorias de manos amigas y risas cómplices en uno y otro centro, los paseos de domingos por la mañana para comprar el periódico en cualquier quiosco.
Este domingo volveré a estar por allí. Una semana de vuelta a casa y buscando, una vez más, aquellos recuerdos que siguen en mí presentes, en algún sitio entre mis dos ciudades.
Un amigo andaluz ensinoume este anuncio antonte e ata hoxe non reparei na complexidade coa que o pensaron. Non é un retrato costumista e nin soamente reivindicativo das bondades da personalidade galega, senón tamén dos rasgos característicos que lastraron o noso desenvolvemento durante décadas.
Fronte ás reinvidicacións positivas, a única frase en castelán é a de "a por el quinto metro del día". Ben seguro que en Galiza iso non nos pasa nin nos ha pasar en cincuenta anos. Mexan por nós...
Aínda así, e aínda sen ser tan orixinal e de beber de inspiracións variadas, agradécese ben oír falar das bandeiras da razón absoluta ("vas caer") e a do optimismo por natureza ("bueno") por nós mesmos e fuxindo dos galegos das escaleiras de media España e parvadas históricas coma esas.
O sentimento propio de comunidade segue aí e hoxe por fin imos decatándonos del: aínda que o dono de Gadis sexa pontés (tamén o foi o de Estrella Galicia), a ningún dos meus paisanos se lles ocorrería poñelo por diante da súa condición de galegos. Todo o contrario do que pasa noutros lugares.
Eu, polo de agora, vou seguir vivindo como galego... emigrado.
Nací en As Pontes (A Coruña) en 1982, estudié periodismo en Sevilla y pasé el último curso como Erasmus en Ámsterdam. Intenté pasar la depresión post-Erasmus, que nunca se cura, con prácticas en una radio deportiva. Después, empecé a estudiar Traducción e Interpretación en Sevilla pero la oportunidad de un trabajo como periodista me llevó a dejar esta carrera y marcharme a la Expo de Zaragoza. Pero como el sur tira... aquí estoy de nuevo. En Sevilla.