22 mayo 2005

Barbacoa


Un día, alguien decide que es momento de acabar su estancia en Amsterdam y volver a Barcelona. Para celebrarlo, o quizá para pasar la pesada página con buen sabor de boca, nos llama a todos sus amigos a una barbacoa. Lo que no pensaba, ni ella ni nosotros, era el frío que puede hacer en pleno mes de mayo, después de que se ponga el sol. Los remedios no son demasiado avanzados: Heineken, mantas y 'arrejuntarse'.



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