01 febrero 2008

Omm, shaanti shaanti

La vida sigue su curso, cada vez más rápida y más densa, con más cosas que hacer y con menos tiempo para reflexionar. Faltan ciento treinta y pocos días para la Expo y parece que hayamos metido ya la quinta marcha. Menos mal que hay cosas que todavía me dan un poco de paz y, más que sosiego, una pausa en el espacio tiempo que me carga las pilas al máximo.

El gimnasio está siendo una de esas cosas. Sobre todo por la clase de yoga que casi siempre tiene esta banda sonora...



...y que acaba, siempre, con un sonoro "Om, shaanti shaanti", que se repite tres veces para desearnos paz entre todos.

Hace un mes me parecería incluso ridículo. Anoche me dormí muy temprano pensando en él.

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