16 enero 2008

Primer día de gimnasio



Nada que ver con un ambiente parecido al de la foto de arriba, que más parece una chirigota del carnaval. Mi primer día de gimnasio ha sido de lo más normal. Tres series de cada maquinita y cuatro de abdominales, más un rato de bici para calentar y un poco de 'cardio' (andar en la cinta, vaya) a buen ritmo para terminar. 

Todo con la aterradora visión de una señora que no llegaba seguro a los 40 kilos de peso (y después de esto diré dos cosas: que le llamo 'señora' porque su aspecto calavérico le hacía parecer mucho mayor de lo que seguramente era y que en ningún caso intento juzgarla ni poner ningún tipo de adjetivo a su aspecto físico; y diré una tercera: me la cojo con papel de fumar). 

En fin, fue una horita (de esas intempestivas, que les llaman, de 7:30 a 8:30 de la mañana) creo que bien aprovechada, aunque no dejó de ser un poco aburrida... Lo bueno es que está al lado del trabajo y hay un Panishop a medio camino para reponer fuerzas. 

¿Servirá esto de algo? ¿Cómo mejora nuestra vida la inversión de cincuenta euretes mensuales en algo así? ¿Me tendré que comprar unos calentadores verdes?

Mañana más.

1 comentario:

mc clellan dijo...

Lo de los calentadores verdes es fundamenta. Te lo digo yo, que me apunté hace más de un mes a uno en el que voy media hora y me he tenido que comprar 'guantes de halterofilia' porque las máquina me sacaban callos. Saludos desde el norte