03 diciembre 2007

La oficina de los horrores

Me encanta recibir regalos de clientes y proveedores. Hace pocos días llegó uno desde la Costa del Sol: un bulbo de una especie llamada Amarilyis, o eso dice el envoltorio. Pero no me fío nada. Estoy casi seguro de que de esta cebolla salvaje y tropical va a salir un bicho aquel mítico de la película The little shop of horrors.



Atención al pequeño punto azul de la derecha del brote. Es una marca de rotulador que le hice el viernes, cuando estaba pegada justo a la base. Desde entonces ha salido más de un centímetro... ¡en sólo tres días!

Lo dicho, cualquier día llego y ya está ella tecleando en mi ordenador. O cantando y dándome los buenos días. Lo peor es que cuando me pida de comer no sabré qué darle.

2 comentarios:

viajera dijo...

he estado leyendo tu blog, y veo que tienes pasión por las ciudades y lugares por donde pasas.. Tengo muchas ganas de ir a conocer Sevilla, ahora mismo estudio en Santiago, cerquita de origen.. Qué ironía! Mi origen (aunque no lo recuerde) está en Sevilla..
Os ollos, les yeux.. Para muchos el reflejo del alma, para mí, el reflejo de la curiosidad de una persona.. hasta pronto!!

el Shysh dijo...

El amarilis te va dar sorpresas, pero agradables. Dale unas semanas y verás.